Seguiré contando lunas, brincando entre flores
y esparciendo mis sentimientos entre nubes
y universos. Podré borrarme el alma, aniquilar
mis sentidos pero este cuerpo aún sigue vivo...
Las letras no son nada cuando mis manos
tratan de hablar; de expresar el lenguaje corporal.
La naturaleza tiembla y las tumbas de nuestros
ancestros se retuercen entre miles de estrellas y lunas.
El pensamiento ahora está desierto y yo sigo contemplando
el momento... Nada me pertenece, nada en lo absoluto.

El baile continúa con su ritmo eterno...

La inexactitud de las palabras rodea mi cabeza.
Cuando los recuerdos se olvidan y los olores se
desvanecen las sensaciones se marchitan, se comprimen
y se hunden en un universo inesperado.
Los recuerdos que aniquilamos ya no resucitan;
se encuentran fuera de este mundo. Los olores
y las sensaciones marchitas han cobrado vida, ahora
son inmortales y perfectas.
Y, ¿para qué palabras? ¿Acaso son para sumergirse en
lo ilusorio del lenguaje? Ya no quiero esa trampa que nos
acorrala. En este preciso momento soy consiente de eso
y quiero aniquilar todo, incluso este cuerpo que viaja sin
un rumbo fijo... Mañana tal vez será otro día pero hoy,
¿qué es? ¿Es un día, un fragmento del tiempo o soy yo?
Nada nos pertenece ni siquiera ese segundo que se escurre
de mis manos como arena movediza. Estoy aquí, pero un
pedazo de mi alma ha quedado enterrado, aún no sé en donde.

Lo complicado retorna a mi pensamiento...

Días surrealistas...

Sólo puntos suspensivos

Mi monólogo interno se ha agotado.
Todo dentro de mí es una burbuja
transparente que se comprime con el
viento y los sentimientos.
El Sol sonríe y muestra su lado siniestro,
macabro y escandaloso. Yo sólo pienso
que la naturaleza es una presa del ritmo
del universo, una esclava más del movimiento
infinito de lo cuerpos.

Pensamientos pasados...

Tú no conoces la inmensidad de las palabras,

el verdadero significado que gira en el universo.

Bocanadas de mensajes saliendo de tu cerebro

sin descubrir lo que verdaderamente deseas.

¿Por qué no despertamos con la inmensidad de

la sabiduría enterrada en la más profundo de

nuestro ser?

Conociendo el exterior, dejando a un lado el verdadero

objetivo, la libertad que fluye alrededor de muestra alma.

Escalando montañas de basura en el propio mundo nuestro,

convirtiéndolo en nada, un significado incierto de la

existencia de nuestro corazón, latiendo sin saber en

realidad porque...

Arena

No puedo decir que mi mundo se ha acabado cuando todavía extraño demasiadas cosas y a demasiada gente. Cada segundo sigue tatuado en mi, todo gira a mi alrededor como un reloj que no para de confirmar el tiempo que pasa sobre mi piel. El verano se ha ido y puedo decir que ha sido uno de los mejores de mi vida, esos momentos son los que quiero tener impresos, sólo esos. Los malos ratos los quiero tirar a la basura, borrarlos y no saber más de ellos; ahora todo dentro de mi se consume.

Mañana tal vez la muerte se presente ante mi y pueda sonreirle como en los viejos tiempos. Quisiera saborear la sangre para estar consiente de mi propia carne, la respiración se agita y todo se repite como un instante paralelo. Mis pasos se borran y mi mente ya no añora nada... sólo quiero que el viento cambie para volar junto con él.

Cero

¿Qué poder decir cuándo las emociones no se

pueden expresar con una simple palabra?

El lenguaje me detiene, nos detiene, y yo sólo

te miro contemplando ese brillo especial en tus ojos.

Las flores que pinto siempre son para ti. Para aquélla

estrella que brilla en los días y en las madrugadas,

parece ser eterna y complaciente.

Quiero observar las nubes una vez más,

saborear el peligro que me traen esos labios,

deshacerme del tiempo para contemplarnos

eternamente energéticas. Sin ninguna complicación,

sin ningún remordimiento, deshaciendo el pasado

y olvidándonos de nuestros deseos.

Correr, desvanecerse y entregarse al destino...
Ya no podrás salvarme ni yo podré observarte.
Las luces de la ciudad me observan y trato de
ignorarlas pero al consumirse junto conmigo
ya no son ellas nada más; ahora somos nosotras.

Ahora mis ideas han cambiado, el pasado está
borrado. El ahora es lo único que tengo, que
tenemos... Nuestros sentimientos ahora son uno.
No quedan más palabras en esta boca seca, vacía
y abandonada, tal vez mañana estaré de nuevo
dispuesta. Mañana, porque ese mañana para mí
ya no existe.