jueves, 6 de diciembre de 2007

Cero

¿Qué poder decir cuándo las emociones no se
pueden expresar con una simple palabra?
El lenguaje me detiene, nos detiene, y yo sólo
te miro contemplando ese brillo especial en tus ojos.
Las flores que pinto siempre son para ti. Para aquélla
estrella que brilla en los días y en las madrugadas,
parece ser eterna y complaciente.
Quiero observar las nubes una vez más,
saborear el peligro que me traen esos labios,
deshacerme del tiempo para contemplarnos
eternamente energéticas. Sin ninguna complicación,
sin ningún remordimiento, deshaciendo el pasado
y olvidándonos de nuestros deseos.

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