lunes, 25 de junio de 2007

Pasos...

Días que escuchan murmullos perdidos en un pasillo que no tiene fin. Una ventana eterna con un paisaje infinito aloja a miles de instantes, de pedazos de este universo que parece ser una fotografía. Los versos ya no llegan a mi cabeza y las flores vuelan muy lejos de mi cerebro. Todo está aquí y lo contemplo, no lo toco, ya no lo puedo saborear y es que todo es tan pasajero que la vejez está apunto de tocar en nuestra puerta. La vida es un parpadeo y mis movimientos se perciben cada vez más lentos. A veces deseo que el viento se pueda tocar para saber en realidad como circula mi sangre y así percibir la vida en su totalidad. Que mis sentidos se agudicen y recobren sus funciones originales para bailar al ritmo de las olas del mar; lenta y profundamente pero con tanta fuerza que pueda derivar a cualquier nota musical que se aproxime a mi interior.


jueves, 14 de junio de 2007

Raíces

Me gustaría saber que ha pasado en mi interior todo parece
un instante fugaz, nada es nada y sigo sosteniéndome como
un árbol que tiene siglos observando al universo.
Sigo con sueño, esta cabeza me da vueltas y sigo corriendo.
Son instantes pasajeros los que aprisionan a mi mente y la dejan
desvanecerse junto con la muerte de neuronas que se mueven
distantes, en otra dimensión que se aproxima a la de mi cerebro.
En realidad son dos mundos, me muevo aquí y en un tiempo paralelo.
Tal vez es el tiempo que se encuentra en mi interior, en este interior
tan extraño que no logro descifrar. O tal vez sea solamente mi mundo
que se sumerge en momentos desvanecidos por mí, por esta razón tonta
que inspecciona cada partícula que se acerca a mi piel, todo es observado
y analizado, todo continua siendo lo mismo.

martes, 5 de junio de 2007

domingo, 3 de junio de 2007

La ciudad está sola y los músculos de mi cuello se agitan al ritmo del viento. Metafísica, hongos... pero tú te perdiste entre la multitud. ¿Recuerdas aquél baile que iluminó tus ojos? Yo no recuerdo nada porque la ausencia invade a mi cerebro estoy aquí en el presente, en el lejano presente. Y me pregunto: ¿qué es la realidad? Ni un ensayo, ni los paisajes de verano me ofrecen una respuesta con sabor a verdad. Realmente no creo en la verdad y es que no es que no exista es que más bien todo ha quedado alejado de mi ser.

No hablo de mí y no me interesa pero si todo sale de un corazón exprimido no queda más remedio que ponerle un pronombre personal y llamarlo "yo" y hablar en primera persona cuando la que escribe todo esto no llama a nadie, ni responde a nada en un instante en que el tiempo se desvanece.

Y te sigo recordando, ¿acaso hay un espacio vacío en ti también? ¿O será que la conexión que sospeché que existía es verdadera? Hoy parece que mi mundo se invade de preguntas y las respuestas no llegan. Realmente no me interesan, las respuestas están en el viento, en el destello del Sol, las respuestas están en mi piel.
¿Y para qué respuestas? ¿Para qué preguntas? Brinco, me abandono y emprendo un vuelo infinito, un vuelo desprendido, sin ataduras. Siento que hoy no necesito remedios, no necesito consejos ni palabras. Una vez más todo se ha desconectado de esta mente artificial...
No sé si continuar, tal vez si continue termine hasta el siguiente periodo de tiempo, tal vez termine en el presente o en el futuro creado por una pensamiento sin recuerdos.