Palabras mudas, soles que no alumbran;
esta es nuestra realidad.
Los ojos del cielo parecen ya estar ciegos,
vivir o morir parecen ser los fines indicados
para que esto continúe girando.
Hoy me pregunto ¿en dónde queda el ritmo?
Mi ritmo, el tuyo...
No bailamos, no emprendemos esa danza voladora
que impregna cada partícula de las células que nos rodean.
Mañana el baile tal vez no empiece, tal vez quede volando en un
universo que no existe pero yo continúo hasta perderme
y llenarme de eso que vuela por los aires.
Paciencia
Comprensión
Amor