Mi mente tan demente
observa detenidamente
este mundo que gira y gira
sin ningún cambio aparente.
Mis cambios y los tuyos
parecen ser los mismos,
si todo va y todo vuelve
nosotros permanecemos
en ese instante en el cual
la razón queda aniquilada
y el lenguaje corporal revive
convirtiéndose en una espiral
que rodea suavemente
la unión de múltiples sensaciones
y colores que han permanecido
junto a este nudo en mi ombligo.