Ya no puedo admirarme de tu belleza,
ahora mis ojos la contemplan suavemente.
Alejados del sufrimiento para vivir un poco más.
La línea de la vida se borra, se consume y uno se queda
sin explicaciones. Sin acertijos que resolver.
Miras el reloj y te asomas por el espejo y no
descubres nada ni siquiera tú reflejo.
Bailas y no encuentras flores,
tú cabeza está impregnada de olores y sólo
respiras para calmar las ansias, para anular las
ganas de gritar.
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