Un día me levanté pensando en que ya todos se habían ido y que no quedaba nada. Hoy me acuesto pensando en que la vida es el estado más remoto e impredecible del universo, es algo pasajero e inútil. Nuestras armas se caen como pétalos, como hojas en otoño. Nuestro cuerpo se dispersa y no queda nada, sólo el vacío, la soledad y un destino. Nací sin pensar en un rumbo, en una razón para vivir.
Creo que de tanto darle vuelta a mis ideas acerca de la existencia, mi cabeza queda en blanco de nuevo, se vacía mi cerebro y se purifica mi sangre. Uno cuenta los días y se admira; se admira de lo rápido que pasa el tiempo y de como las lágrimas se desvanecen en un abrir y cerrar de ojos. Las cifras y los números se convierten en algo incontable y mis deseos vuelan sobre el viento... Desearía el silencio absoluto para que crezcan mis alas, pero aún escucho murmullos y cantos perdidos en el tiempo. Morir y vivir la decisión que no existe, la que no llega con el murmullo del invierno.
Creo que de tanto darle vuelta a mis ideas acerca de la existencia, mi cabeza queda en blanco de nuevo, se vacía mi cerebro y se purifica mi sangre. Uno cuenta los días y se admira; se admira de lo rápido que pasa el tiempo y de como las lágrimas se desvanecen en un abrir y cerrar de ojos. Las cifras y los números se convierten en algo incontable y mis deseos vuelan sobre el viento... Desearía el silencio absoluto para que crezcan mis alas, pero aún escucho murmullos y cantos perdidos en el tiempo. Morir y vivir la decisión que no existe, la que no llega con el murmullo del invierno.
3 comentarios:
HoLa IlA!!,aQui pAsaNdO a SaLudAr, EsTa ChIlO tU bLog....
Que onda ila!
pues, yo aqui visitando tu blog y dejandome impresionar. La neta me pasa como te expresas. Ya tiene rato que no te vemos, tengo ganas de platicar contigo y agarrar cura.
cuidate, ojala y nos veamos pronto.
Hey josaaa! Que bueno que comentas.
Sí yo también espero verte pronto!
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